Nuestros intestinos contienen más de 100 billones de microorganismos, que juntos forman la flora intestinal. Y para mantenernos sanos, necesitamos mantener equilibrada nuestra microbiota intestinal consumiendo regularmente probióticos y prebióticos.
¿Sabe qué son y en qué se diferencian? Echa un vistazo al contenido que hemos preparado para entender los beneficios de cada una de ellas de forma sencilla y sin complicaciones:
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son microorganismos vivos, las llamadas bacterias "buenas", que, consumidos adecuadamente, favorecen el equilibrio de la microbiota intestinal.
¿Cuál es la diferencia entre prebióticos y probióticos?
Los prebióticos, por su parte, son componentes alimentarios no digeribles derivados de los hidratos de carbono, principalmente fibras, que alimentan y contribuyen al desarrollo de las bacterias beneficiosas, los probióticos.
Cuantos más prebióticos haya en el organismo, más se reproducirán las bacterias (probióticos) y garantizarán el buen funcionamiento del intestino.
¿Y qué es malo para la microbiota?
Vigila: Consumir demasiado azúcar, grasas saturadas, tabaco, alcohol, estrés y sedentarismo son algunos de los hábitos que pueden dañar y desequilibrar la microbiota intestinal.
El secreto reside en mantener una rutina de ejercicios acompañada de una dieta sana y equilibrada, sin olvidar una ingesta adecuada de agua.
¿Cuáles son los beneficios de tomar probióticos?
Los probióticos, esos pequeños aliados invisibles, desempeñan un papel crucial en nuestra salud general. Veamos más de cerca algunos de los notables beneficios que aportan estas bacterias amistosas:
- Reducción significativa de los niveles de colesterol total con disminución del LDL: Se ha demostrado que los probióticos son eficaces para promover un perfil lipídico saludable, contribuyendo a la reducción del colesterol total y del LDL.
- Mejor digestión de las proteínas: Al optimizar la descomposición de las proteínas, los probióticos facilitan la absorción de los componentes básicos esenciales para el organismo.
- Mayor absorción de vitaminas y minerales: Al facilitar la absorción de nutrientes, los probióticos garantizan que su organismo aproveche al máximo los beneficios de los alimentos.
- Favorecen la digestión de la lactosa en personas intolerantes: para quienes sufren intolerancia a la lactosa, los probióticos pueden aliviar la digestión de este azúcar de la leche.
- Estimulación del sistema inmunitario: al reforzar las defensas naturales del organismo, los probióticos desempeñan un papel crucial en la promoción de la salud inmunitaria.
- Alivio del estreñimiento: Al regular el tránsito intestinal, los probióticos pueden aliviar el estreñimiento y favorecer la regularidad.
- Efectos antihipertensivos: Se ha demostrado que algunos probióticos tienen efectos beneficiosos en la reducción de la presión arterial.
- Reducción de la actividad ulcerosa del Helicobacter pylori: Al combatir las bacterias nocivas, los probióticos pueden ayudar a reducir la actividad ulcerosa asociada al Helicobacter pylori.
- Control de la colitis inducida por rotavirus y Clostridium difficile: los probióticos han demostrado su potencial en el control de las afecciones intestinales inflamatorias.
- Prevención de infecciones urogenitales: Al mantener el equilibrio de la flora, los probióticos pueden ayudar a prevenir infecciones en el tracto urogenital.
- Reducción del riesgo de cáncer de colon: Los estudios sugieren que el consumo regular de probióticos puede estar asociado con un menor riesgo de cáncer de colon.
Éstas son sólo algunas de las razones por las que incorporar probióticos a su rutina puede ser una sabia elección para la salud a largo plazo. Consulte siempre a un profesional de la salud para un asesoramiento personalizado.
¿Qué importancia tiene para los enfermos de cáncer?
Para quienes se enfrentan a la batalla contra el cáncer, todos los elementos de apoyo a la salud son cruciales. Los probióticos surgen como valiosos aliados en este difícil contexto, ofreciendo beneficios específicos que pueden repercutir positivamente en la trayectoria del paciente. Exploremos la importancia de estos microorganismos:
- Fortalecimiento del sistema inmunitario: Los pacientes sometidos a tratamiento suelen experimentar una supresión del sistema inmunitario. Al reforzar las defensas naturales del organismo, los probióticos desempeñan un papel clave para resistir las infecciones y favorecer la recuperación.
- Alivio de los efectos secundarios: Las terapias contra el cáncer suelen provocar efectos secundarios gastrointestinales como náuseas, diarrea y estreñimiento. Los probióticos pueden ayudar a aliviar estos síntomas mejorando la salud intestinal.
- Apoyo a la salud digestiva: Las terapias contra el cáncer pueden afectar negativamente al equilibrio de la flora intestinal. Los probióticos ayudan a restablecer este equilibrio, mejorando la digestión y la absorción de nutrientes esenciales.
- Reducción de la inflamación: Ciertos probióticos han demostrado tener propiedades antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para los pacientes con cáncer, ya que la inflamación crónica puede contribuir al desarrollo y la progresión de la enfermedad.
- Mantenimiento del peso y nutrición adecuada: Mantener el peso y asegurar una nutrición adecuada son retos comunes durante el tratamiento del cáncer. Los probióticos pueden desempeñar un papel en la absorción eficiente de nutrientes y la regulación del peso corporal.
- Equilibrio psicosocial: la salud mental es una parte integral del tratamiento del cáncer. Algunos estudios sugieren que la microbiota intestinal puede influir en el equilibrio emocional. En este sentido, los probióticos pueden desempeñar un papel indirecto pero significativo en la salud mental de los pacientes.
Es imprescindible destacar que la inclusión de probióticos en el plan de cuidados debe discutirse con el equipo médico, teniendo en cuenta las circunstancias únicas de cada paciente. Estas bacterias ofrecen un valioso apoyo, pero su aplicación debe personalizarse cuidadosamente para garantizar los máximos beneficios y seguridad.
¿Cuáles son los beneficios del consumo de prebióticos?
Los prebióticos, aunque a menudo a la sombra de sus primos probióticos, desempeñan un papel crucial en la promoción de la salud intestinal y, por extensión, de la salud general del organismo. Exploremos los numerosos beneficios de estos compuestos:
- Estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas: Los prebióticos son esencialmente fibras no digeribles que sirven de alimento a las bacterias buenas del intestino. De este modo, favorecen el crecimiento y la actividad de las bacterias probióticas, esenciales para la salud digestiva.
- Mejora de la salud intestinal: Al alimentar selectivamente a las bacterias beneficiosas, los prebióticos contribuyen a mantener un entorno intestinal sano. Esto es crucial para prevenir afecciones como el síndrome del intestino irritable y otras enfermedades gastrointestinales.
- Refuerzo del sistema inmunitario: Una parte importante del sistema inmunitario reside en el tracto gastrointestinal. Al favorecer un entorno intestinal sano, los probióticos contribuyen a activar y reforzar las defensas naturales del organismo.
- Control del peso: Algunos prebióticos se han asociado a la regulación del apetito y el peso corporal. Al influir en la microbiota intestinal, pueden afectar positivamente a los procesos metabólicos relacionados con el peso.
- Gestión de la glucosa: Los estudios indican que los prebióticos pueden influir en la absorción de glucosa en el intestino, contribuyendo a la estabilidad de los niveles de azúcar en sangre. Esto es especialmente relevante para las personas diabéticas o con riesgo de padecer esta enfermedad.
- Promover la salud cardiovascular: La fermentación de los prebióticos en el colon puede dar lugar a la producción de sustancias beneficiosas como los ácidos grasos de cadena corta. Estos ácidos se han asociado con la reducción de los niveles de colesterol y la promoción de la salud cardiovascular.
- Beneficios cognitivos: Aunque se encuentran en las primeras fases de investigación, algunos estudios sugieren que la salud intestinal influye en la salud cerebral. Los prebióticos pueden contribuir indirectamente a la salud cognitiva.
Es esencial subrayar que la diversidad en la dieta desempeña un papel crucial en la promoción de una microbiota intestinal sana.
¿Qué son los alimentos prebióticos y probióticos?
Al combinar alimentos probióticos y prebióticos, se crea un entorno sinérgico que favorece el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas del intestino. Esta danza armoniosa entre los microorganismos y la fibra contribuye significativamente a la salud digestiva y al bienestar general. Aproveche estos alimentos como parte de una dieta equilibrada para nutrir su intestino y fortalecer su salud:
Probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped. Se encuentran en los alimentos fermentados y, cuando se integran en la dieta de forma regular, pueden promover un equilibrio saludable de la microbiota intestinal. Algunos de los alimentos ricos en probióticos son:
- Yogur: fuente popular de bacterias probióticas, el yogur no sólo es delicioso, sino que también ofrece beneficios digestivos.
- Kéfir: Bebida fermentada que contiene una mezcla única de bacterias y levaduras beneficiosas.
- Chucrut: Col fermentada que no sólo añade un toque de sabor a los platos, sino que también aporta una saludable dosis de probióticos.
- Kimchi: manjar coreano elaborado con verduras fermentadas, principalmente col y rábano, ricas en bacterias buenas.
- Miso: Pasta fermentada a base de soja muy utilizada en la cocina japonesa.
- Encurtidos: Las verduras en escabeche pueden ser una fuente sabrosa y crujiente de probióticos.
Prebióticos
Los prebióticos son fibras no digeribles que sirven de alimento a las bacterias beneficiosas del intestino, ayudándolas a desarrollarse. Incluir alimentos ricos en probióticos en la dieta es clave para promover un entorno intestinal saludable. Algunas opciones deliciosas son:
- Ajo: Además de añadir sabor a las comidas, el ajo contiene prebióticos que alimentan las bacterias buenas del intestino.
- Cebolla: Rica en fibras prebióticas, la cebolla es versátil y puede incorporarse a muchas recetas.
- Plátano: fuente natural de fructooligosacáridos (FOS), una forma de prebiótico.
- Espárragos: Estas verduras verdes aportan una buena dosis de inulina, otra fibra prebiótica.
- Alcachofa: Una excelente fuente de inulina, que estimula el crecimiento de bacterias beneficiosas.
- Cebada: Este cereal integral contiene betaglucanos, una forma de fibra prebiótica.
¿Qué son los alimentos simbióticos?
Los alimentos simbióticos son verdaderos directores de orquesta en la sinfonía de la salud digestiva, ya que combinan elementos probióticos y prebióticos para crear una experiencia verdaderamente armoniosa para su intestino.
Se trata de un ejemplo perfecto de cooperación en la naturaleza, donde las bacterias probióticas se alimentan de fibras prebióticas, reforzando su presencia y actividad en el intestino.
Ejemplos de alimentos simbióticos:
- Yogur con inulina: Un ejemplo clásico en el que la inulina (un prebiótico) se añade al yogur, creando un entorno favorable para las bacterias probióticas.
- Kéfir con fructooligosacáridos (FOS): Una deliciosa combinación, en la que el kéfir aporta probióticos, mientras que los FOS ofrecen el sustento necesario.
- Kimchi con ajo: La fermentación del kimchi aporta probióticos, mientras que el ajo aporta sus prebióticos.
Beneficios de los alimentos simbióticos:
- Equilibrio de la microbiota: La combinación de probióticos y prebióticos favorece un entorno intestinal sano.
- Mejora de la digestión: contribuyen a una digestión más eficaz, optimizando la absorción de nutrientes.
- Refugio contra patógenos: Refuerza las defensas intestinales, dificultando la colonización del intestino por bacterias nocivas.
Cuide su intestino con esta sinfonía de beneficios y disfrute de una salud digestiva vibrante y resistente.
Conclusión
Al comprender la diferencia entre los probióticos, los "superhéroes" microscópicos beneficiosos, y los prebióticos, los "nutrientes" que los alimentan, abrimos la puerta a un enfoque holístico de la salud digestiva.
Los beneficios son enormes y van desde la reducción de los niveles de colesterol hasta el fortalecimiento del sistema inmunitario. El viaje continúa, ya que la ciencia nutricional es un campo en constante evolución lleno de fascinantes descubrimientos.
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